Después de la primera semana de registros, Dinamarca aún no ha confiscado nada a los refugiados que piden asilo en el país
Tras viajar durante meses y pagar miles de euros a las mafias que trafican con ellos, los refugiados llegan a Dinamarca con las manos vacías. Se ha cumplido ya la primera semana de la entrada en vigor de la ley que permite a la policía registrar a los demandantes de asilo en busca de dinero y objetos de valor. El Gobierno pretende así pagar parte de la manutención de los recién llegados. Sin embargo, las autoridades danesas aseguran que aún no han podido confiscar ni un solo céntimo.